Partiendo de un concepto de simetría, en la sala se trabaja la geometría del espacio de manera que visualmente sus lineas se dirigen hacia el horizonte, integrando la vista panorámica que se extiende de fondo. Sobre la superficie superior, se coloco un papel tapiz elaborado con chapas de madera autentica ensambladas a mano siguiendo patrones geométricos sin junta en tonos blancos y huesos.

En la parte inferior se extienden dos alfombras de vasto formato e igual diseño que se colocan de forma invertida para que el patrón de las mismas gire sobre el eje central del espacio aportando movimiento. Este patrón trabaja una geometría racional y linear lograda a través de un tejido anudado completamente a mano, que mezcla lana y tejido viscoso, logrando una pieza única.

Para crear un rincón acogedor dentro del estudio, trabajamos en la parte posterior una composición protagonizada por una mesa diseñada en forma de reloj de arena con curvas acabada en mármol negro marquina y blanco estremoz con tope de vidrio ahumado, sillas en piel tono verde pino y un escritorio de lineas sinuosas en madera nogal.

El mobiliario utilizado persigue formas inspiradas en el diseño escandinavo de los años 50’s, logrando un espacio de aire Zen marcado por un diseño mid century, logrando la belleza dentro de la sencillez. De fondo se extiende un paisaje árido logrado con una composición de cactus, agaves y suculentas.

El resultado es un espacio donde se mezclan materiales irregulares y orgánicos y patrones geométricos en los que la simplicidad es una constante y donde las formas perfectas se expresan a través de texturas imperfectas.